ELOGIOS A LOS DIOSES

Inanna, diosa sumeria del amor y la guerra. El Sol, astro creador que ilumina el horizonte.


Ambos son divinidades majestuosas que fueron idolatradas hace miles de años. Las antiguas civilizaciones, en este caso la sumeria y la egipcia, los adoraban enormemente. Es por eso que se les escribían textos, poemas y cantos de alabanza. Ejemplos de ello son el Canto a Inanna escrito por Enheduanna, la primera poetisa de la historia, y el Himno al Sol del faraón Akenatón.

Los dos poemas tratan sobre estos dos dioses y en ellos describen sus poderes y atributos. También explican lo necesarios y vitales que son para los autores y para el mundo en general. Con la creación de estos textos intentan difundir información sobre estos dioses para que más personas puedan compartir esa admiración y adoración hacia ellos.

Enheduanna y Akenatón usan un vocabulario y unas expresiones que en la actualidad nos resultan muy llamativas:

Mujer infalible vestida de brillo
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Guardiana de los orígenes cósmicos y esenciales

Enheduanna


Desde que te alzas en el horizonte y brillas, Disco del Sol, durante el día, expulsas a las tinieblas e irradias tus rayos

Akenatón


Este uso de palabras “exóticas” junto con recursos literarios como las metáforas, comparaciones y personificaciones tratan de atrapar al lector en la belleza divina de estos personajes.

Cuando leí estos poemas en clase me sentí transportada al mundo antiguo, un mundo desconocido pero extrañamente familiar en el que los dioses y poderes elementales gobernaban. Ese es uno de los poderes de la literatura: hacernos volar a través del tiempo, y conocer más sobre el mundo y su historia. Cabe destacar que nuestra profesora añadió música ambientada en los dos poemas. Esto hizo que esas sensaciones fueran casi reales e incluso que sintiera que estaba viviendo justo en esas épocas. Fue una gran experiencia literaria.

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