EL ESTANQUE DE ESTRELLAS INMÓVILES

La poesía siempre ha tenido el increíble poder de expresar sentimientos de una forma mágica e hipnótica. Con tan solo unas pocas palabras puede crear una explosión de emociones que un texto narrativo no puede igualar. No obstante, es obvio que cada poeta tiene su propio color y estilo, y algunos crean una poesía más suave y otros demuestran más fuerza e impacto. Como ejemplo de este segundo tipo de poetas encontramos a Sylvia Plath (1921). La poeta estadounidense escribió obras de mucho potencial, aunque siempre tuvo muchas inseguridades, las cuales se agravaron cuando su padre falleció. Desde aquel momento padeció desórdenes mentales y utilizó la escritura como una vía para expresar lo que sentía. Pero las violentas crisis de depresión que sufría continuaron y su estabilidad emocional no mejoró. Desgraciadamente, tiempo más tarde se suicidó con tan solo 30 años. Pese a esta terrible tragedia, durante su vida nos aportó obras brillantes tanto de prosa como de poesía. Para que podáis experimentar su talento para la escritura analizaremos uno de sus poemas que, personalmente, me fascinó.

Hachas
después de cuyo golpe la madera resuena
crea ecos
ecos que se desplazan
desde el centro, lo mismo que si fuesen caballos.
Su savia
mana como las lágrimas, como el
agua que intenta
recomponer su espejo
sobre la roca
que gotea y da vueltas,
cráneo blanco,
comido por el musgo.
Años después
las vuelvo a encontrar en mi camino
palabras secas y sin jinete,
el ruido infatigable de sus cascos.
Mientras,
al fondo del estanque hay estrellas inmóviles
que rigen una vida.


Con el primer verso, es decir, con una sola palabra, sentimos la fuerza ya mencionada de la poesía de Plath. “Hacha” nos transmite una sensación de destrucción, de un golpe seco y abrupto. Gracias a la potencia de esta palabra nos sumergimos completamente en la historia del poema. A lo largo de este se intercalan versos de diversas extensiones, consiguiendo aún más impacto en las palabras más importantes. Asimismo, utiliza metáforas y comparaciones muy interesantes (“Su savia mana como las lágrimas, como el agua que intenta recomponer su espejo”). Sin embargo, a pesar de la constante energía que transmite el poema, su significado es complejo de leer.



Mi interpretación.

Como he mencionado anteriormente, Sylvia Plath era una mujer que sentía las emociones de diferente forma a los demás. En su poesía siempre trataba de describir sentimientos imposibles de explicar utilizando elementos como la naturaleza, y lo hacía de una manera excepcional. Por ello, trataremos este poema como si fuera la definición de una sensación que vivió Plath. 

PARTE I

Hachas
después de cuyo golpe la madera resuena
crea ecos
ecos que se desplazan
desde el centro, lo mismo que si fuesen caballos.

El sentido destructivo de la palabra “hachas” puede darnos a entender que está describiendo algo que es tan doloroso que apenas se siente, algo que nos pilla de improvisto y nos crea una angustia inmensa. Crea ecos como si fueran una especie de ondas de aflicción, que se desplazan como si fueran caballos que simbolizan la libertad.

★★

PARTE II

Su savia
mana como las lágrimas, como el
agua que intenta
recomponer su espejo
sobre la roca
que gotea y da vueltas,
cráneo blanco,
comido por el musgo.

En esta parte el poema cambia. Deja de transmitir una sensación afilada y dura por una fluida y suave, eso sí, sin perder la fuerza característica del poema. Al cortar el árbol con el hacha fluye la savia, como si fuera sangre o las mismas lágrimas que se describen en el texto, e intentan restaurarse de nuevo en su espejo (el reflejo del agua). Estas caen sobre una roca que da vueltas, dando a interpretar que es una sensación confusa. La roca es como un cráneo blanco, pero el musgo la cubre, probablemente por el paso del tiempo o el simple hecho de no haberla cuidado, por no haberla prestado la suficiente atención.


PARTE III

Años después
las vuelvo a encontrar en mi camino
palabras secas y sin jinete,
el ruido infatigable de sus cascos.
Mientras,
al fondo del estanque hay estrellas inmóviles
que rigen una vida.

Parece ser que lo que hemos leído antes en el poema fue algo que la escritora sintió hace mucho tiempo, pero que se vuelve a repetir y eso la molesta ("Años después las vuelvo a encontrar en mi camino"). Después describe un estanque, que contiene estrellas inmóviles, probablemente refiriéndose al reflejo del cielo nocturno en el agua cristalina. Más adelante se dice que esas mismas estrellas rigen una vida.


Conclusión.


He estado barajando entre los posibles significados del poema. El sentimiento que describe es negativo, pero habla sobre él con impasibilidad. Teniendo en cuenta que está hablando sobre una situación pasada, es posible que fue algo que sufrió enormemente por haber sido una primera experiencia, pero que al repetirse en el presente ya no es tan doloroso porque se ha acostumbrado a ello (“Años después las vuelvo a encontrar en mi camino, palabras secas y sin jinete”). “Cráneo blanco” me hizo pensar que el poema trata sobre la muerte de un ser querido, que se repetía de nuevo con otra persona, pero también existen elementos que representan la libertad y la lejanía como “ecos” y “caballos”, que me llevaron a interpretar el poema de forma distinta. Me llamó mucho la atención el adjetivo “infatigable” en la tercera parte del poema, como si quisiera huir de su vida cotidiana sin remordimientos ni cansancio, porque es algo que realmente quiere hacer. 

Quiere escapar de las “hachas”, de los objetos que la hieren y destruyen y no la permiten recomponerse de nuevo, y obtener la libertad. Sin embargo, años después vuelve a encontrar esos mismos elementos que la perjudicaron, pero ahora no tienen el mínimo valor para ella. Solo provocan que rememore su vida, la cual está regida por las estrellas del fondo del estanque.

Comentarios

Populares