LA VERDADERA BELLEZA

Platón fue y sigue siendo uno de los filósofos más importantes de la historia. Nacido en Atenas del siglo 5 antes de Cristo, fue una gran inspiración para muchos pensadores posteriores y aún hoy en día tomamos como referencia sus extraordinarias ideas.

A partir de uno de sus diálogos provenientes de su obra El Banquete tuvimos un debate en clase. Este texto trataba sobre la belleza.

“A continuación debe considerar más valiosa la belleza de las almas que la del cuerpo, de suerte que si alguien es virtuoso del alma, aunque tenga un escaso esplendor, séale suficiente para amarle, cuidarle, engendrar y buscar razonamientos tales que hagan mejores a los jóvenes, para que sea obligado, una vez más, a contemplar la belleza que reside en las normas de conducta y a reconocer que todo lo bello está emparentado consigo mismo, y considere de esta forma la belleza del cuerpo como algo insignificante. Después de las normas de conducta debe conducirle a las ciencias, para que vea también la belleza de éstas y, fijando ya su mirada en esa inmensa belleza, no sea, por servil dependencia, mediocre y corto de espíritu, apegándose como esclavo, a la belleza de un solo ser, cual la de un muchacho, de un hombre o de una norma de conducta, sino que, vuelto hacia ese mar de lo bello y contemplándolo, engendre muchos bellos y magníficos discursos y pensamientos en inagotable filosofía, hasta que fortalecido entonces y crecido descubra una única ciencia cual es la ciencia la belleza. (...)  la belleza en sí, que es siempre consigo misma específicamente única, mientras que todas las otras cosas participan de ella de una manera tal que el nacimiento y muerte de éstas no le causa ni aumento ni disminución, ni le ocurre absolutamente nada.”

Platón defiende que debemos contemplar la belleza del alma antes que la del cuerpo. Sin embargo, su concepto de belleza es muy diferente al que tenemos nosotros actualmente. Él piensa que esta se basa en la virtud y en los conocimientos que uno tiene, pero hoy en día nuestra definición de “belleza” es mucho más simple, la cual es lo atractivo que se vea alguien. No obstante, es mucho más que eso. La belleza está en todas partes: en los objetos, los paisajes, los lugares, los seres vivos… En esta entrada me enfocaré principalmente en la de las personas.

Como hemos comentado anteriormente, esta se puede dividir en dos tipos: la interior y la exterior. Lamentablemente, en la sociedad actual se le da demasiada importancia a esta última. Estamos constantemente siendo presionados por unos estándares de belleza muy estrictos en los que debemos encajar para no ser criticados o humillados. Esto puede desembocar en trastornos mentales o alimenticios. Las redes sociales son, en cierta manera, las culpables de este problema. Se suben fotos de cuerpos con un número excesivo de ediciones y filtros que muestran unos ideales de belleza que nunca podríamos alcanzar por el simple hecho de que son irreales. Independientemente de la apariencia que tengamos cada uno, deberíamos ser sinceros con lo que somos y respetar los cuerpos de los demás dado que todos son perfectamente válidos. Pero esto no quiere decir que no podamos maquillarnos u operarnos, porque somos los responsables de nuestras propias vidas y podemos hacer con nuestro aspecto lo que queramos.

Por otro lado, habría que darle más importancia a la belleza interior, ya que es de suma importancia. Para conocer a alguien necesitamos saber cómo es su personalidad, su carácter, sus ideas… Este tipo de cosas no las podemos descubrir solo por el aspecto exterior de alguien, por eso es esencial prestar atención al interior de cada persona y descubrir las bellas cualidades que tienen. De todas formas, considero que esto depende de cada uno. Personalmente prefiero valorar a alguien por su forma de ser, pero sé que hay quienes les importa más el aspecto antes que la personalidad y eso no está mal, siempre y cuando sean respetuosos con los demás.