SENSACIONES EXPONIENDO (1)

Hola a tod@s. Como ya habréis leído en el título de esta entrada, hoy estaré hablando de mis experiencias en la primera exposición de la asignatura de Literatura Universal. Además es una buena excusa para dar un punto de vista más personal y decir lo que siento y pienso directamente, no como en las otras entradas del blog en las que he estado tratando varios temas de forma seria y objetiva. Dicho esto, comencemos.

Nuestra profesora nos dio varios temas entre los que elegir para realizar nuestras exposiciones, así que decidí hacerla sobre la literatura japonesa. La razón de mi elección fue la siguiente: la cultura japonesa siempre me ha llamado mucho la atención puesto que es muy diferente a la occidental y no estamos acostumbrados a ver y a escuchar cosas sobre ella normalmente.

Asimismo, era una oportunidad para aprender y conocerla más a través de la literatura, que la representa de una manera magnífica. Pero no me extenderé más sobre esto dado que escribiré una entrada dedicada exclusivamente a la literatura japonesa. Me centraré más en las sensaciones que sentí al estar hablando delante de toda la clase, una experiencia siempre aterradora, a mi parecer.

Considero que soy una persona bastante tímida y reservada, por lo que no estoy acostumbrada a hablar en público o relacionarme con mis compañeros. Es por eso que siempre que tengo que hacer este tipo de trabajos orales me pongo muy nerviosa durante todo el día y pienso en todo lo que podría salir mal. Sin embargo, al estar tratando un tema que me apasionaba, a la hora de realizar la exposición no sentí tanta inquietud. Me ilusionaba poder transmitirles a mis compañeros las maravillas de la cultura japonesa. Sí que es cierto que seguía nerviosa, pero eran unos nervios positivos. Creo que es por esto que el tiempo durante el cual estuve exponiendo se me pasó volando y no recuerdo exactamente si miré a mis compañeros, si proyecté la voz bien o si me expliqué con claridad, como nos aconsejó nuestra profesora con el fin de transmitirles mejor mi mensaje.

Aún así siento que el resultado de la exposición no fue tan malo como lo imaginé. Unas pocas personas me dijeron que les había gustado y eso me animó bastante. Creo que lo que más quería que ocurriera a partir de esa exposición era que mis compañeros aprendieran un poquito más sobre la literatura japonesa, o que en un futuro les suenen algunos elementos o características sobre ella. En resumen, que me hubieran escuchado y no haberles aburrido, ya que traté bastante información porque la consideraba esencial. Como conclusión salí satisfecha de esa presentación y espero que las personas que me escucharon les gustara.

En cuanto a las exposiciones de mis compañeros fueron muy educativas y aprendí algunos aspectos sobre los temas que estuvieron tratando. Los que más me llamaron la atención fueron la literatura indígena y las bibliotecas antiguas, ya que tenía un conocimiento algo escaso sobre ellas y me parecieron muy interesantes los datos que se dieron. Por ejemplo, en las tribus indígena se contaban historias alrededor de una fogata y algunas de ellas trataban sobre el Wendigo, una criatura maligna de aspecto humanoide que va creciendo en tamaño según el número de víctimas que devora.

En cuanto a las bibliotecas, nacieron en Mesopotamia gracias a los escribas y sacerdotes que dejaron por escrito textos y documentos, aunque el término "biblioteca" proviene del griego. Deriva de las palabras "biblión" y "theke", las cuales significan libro y caja respectivamente, por lo que se podría definir literalmente como caja o depósito de libros.

Mi opinión general sobre las exposiciones es buena, ya que al tratar tantos temas diferentes entre sí pude aprender e interiorizar varios datos y curiosidades que desconocía, y sobre todo conocer más cosas sobre culturas que no se suelen mencionar en el día a día. En cuanto a mi exposición, espero mejorar en el futuro y, aún más importante, perder esos torturadores nervios que impiden que me desenvuelva completamente a la hora de hablar en público.